En Colombia, el consumo energético empresarial sumó 1,63 millones de terajulios en 2020. ¿Qué acciones deben cumplir estas organizaciones para optimizar su demanda e instaurar una economía circular?

La economía circular se convierte poco a poco en un paradigma de gran influencia en nuestro país. Sin embargo, los diferentes sectores de la industria manufacturera tan solo destinan un promedio del 24,17%, 21,93% y 0,59% de sus gastos administrativos para la gestión de residuos, protección de la atmósfera y el clima, y actividades de investigación y desarrollo ambiental, respectivamente. 

Frente a estas circunstancias, se plantea una pregunta fundamental: ¿Cómo articular los beneficios energéticos del gas licuado (GLP) con los lineamientos de sostenibilidad propios de este nuevo modelo productivo? Conoce los principios que rigen la economía circular y el papel central que desempeña el gas licuado en la estructuración de cadenas de valor sustentables a nivel empresarial.

Lee también el artículo Por qué la economía circular es la respuesta a la crisis medioambiental. 

Economía circular: el gas licuado como eje de la producción

La economía circular abarca el conjunto de iniciativas comerciales e industriales enfocadas en el crecimiento sustentable y la mitigación de los efectos del cambio climático, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); es decir, el replanteamiento del esquema lineal tradicional (extracción, utilización y desecho) hacia un programa circular basado en la conservación, reutilización y reciclaje.

Dentro de esta propuesta, el gas licuado (GLP) participa activamente en la transformación de los procesos de generación y consumo de bienes o servicios teniendo en cuenta las fases descritas a continuación:

Diseño

Consiste en la proyección estratégica que se requiere para el máximo aprovechamiento de los recursos naturales. De esta forma, cada uno de los elementos que interviene en la matriz productiva contribuye a la: 

Gestión oportuna de las energías renovables.

Utilización de materiales con estándares de durabilidad y garantía de cero residuos.

Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Conformación de redes logísticas que dinamizan las finanzas locales.

Impulso de nuevas tecnologías a través del intercambio de conocimientos científicos y técnicos a nivel mundial. 

Precisamente, las ventajas competitivas del gas licuado permiten una planificación inicial de las economías circulares a partir de factores como: 

Eficiencia energética: integra diferentes procedimientos industriales (mecánicos, eléctricos, refrigerantes y caloríficos) mediante una fuente de energía de alto rendimiento.

Calidad operativa: facilita la obtención y tratamiento de una amplia variedad de materias primas.

Incidencia ambiental positiva: genera una huella de carbono reducida y no produce subproductos como el hollín, por lo que representa una opción adecuada para proteger la salud humana y el medioambiente.

Lee también el artículo Diseño circular: cómo repensar el proceso de creación y apostar por la sostenibilidad.

Producción

Una vez analizadas las particularidades de los ciclos de fabricación y necesidades energéticas de una organización empresarial determinada, se procede a la incorporación del gas licuado en la estructura productiva circular. En este punto, su eficiencia energética, calidad operativa e incidencia ambiental han sido implementadas con éxito en actividades económicas relacionadas con: 

Esterilización de los productos y abastecimiento de los equipos de panadería y pastelería.

Uso preciso de su potencia energética durante todas las instancias de elaboración de cerveza.

Abastecimiento para consumo de energía eléctrica en iluminación y herramientas empleadas en obras de construcción.

Mejoramiento de las condiciones climáticas para el cultivo de flores.

Combustible de vehículos y automatización de las funciones pertenecientes a la infraestructura agroindustrial.

Proveedores

Para la economía circular es de suma importancia mantener una línea de suministro preocupada por el desarrollo sostenible. En este caso, el gas licuado debe ser obtenido y manipulado por una empresa que cumpla con todos los requisitos técnicos, jurídicos y ambientales. Establecida como referente en el sector, Unigas ofrece una asesoría especializada en la construcción de redes energéticas a la medida de las metas productivas de cada cliente. Dentro de su inventario se incluyen dos modelos de suministro:

Cilindros: orientados hacia el cubrimiento de la demanda energética en negocios como panaderías o comidas rápidas.

Tanques estacionarios: destinados a medianos y grandes proyectos empresariales que exigen una fuente de generación de energía constante. Además del acompañamiento de expertos para brindar las medidas de seguridad pertinentes.

Logística

Implica la instauración de una política empresarial para la disposición de los residuos de los procesos productivos. Para el caso del gas licuado, los cilindros y tanques estacionarios atraviesan por una revisión constante para determinar su grado de reutilización o reciclaje. 

Por un lado, una vez utilizados, los cilindros son enviados a las instalaciones de Unigas. Allí se encargan de limpiar, reparar o cambiar piezas como válvulas de seguridad antes de retornar a la prestación del servicio. Por otro lado, los tanques estacionarios reciben inspecciones periódicas por parte de un experto, quien evalúa el estado de las estructuras de montaje, tuberías, válvulas, y soldaduras. Si se ha alcanzado la vida útil en ambos escenarios, se procede al reciclado de los componentes para su aprovechamiento en la fabricación de nuevos cilindros u otros productos.

Usuarios

La adopción de la economía circular representa una ventaja competitiva para las organizaciones empresariales en la medida que:

Aumenta la presencia de empresas y emprendimientos asociados con estrategias ecofriendly. Tan solo en América Latina existen más de 10.000 empresas con procesos de producción más ecológicos, de las cuales el 14% se encuentran en Colombia en 2020. Dentro de los nuevos proyectos se han logrado resultados como tasas de recuperación de residuos del 97,7%, ahorros energéticos del 70% y 6.812 empleos verdes en gestión de recursos minerales y energéticos a nivel nacional en 2019.

El 92% de los consumidores a nivel internacional elegiría productos o servicios sostenibles por encima de otras opciones del mercado. Al mismo tiempo, el 41% de los consumidores colombianos ha dejado de lado productos o servicios por su impacto ambiental. Mientras que el 32% examina los certificados de calidad en 2021.

Las generaciones más jóvenes tienen amplia preferencia por la economía circular. El 61%, 58% y 55% de jóvenes pertenecientes a población Millenial, Generación Z y Generación X, respectivamente, indicaron en un estudio realizado en 2020 que pagarían más si se trata de productos que disminuyen las emisiones de CO2. 

Lee también el artículo ¿Qué tan dispuestos están los colombianos a hacer un cambio ecológico?

Podría también interesarte el artículo ¿Cómo impulsar la creación de empleos verdes en la economía circular? La experiencia de Colombia y perspectivas para una recuperación más verde y más justa.

Conclusiones:

La economía circular constituye un modelo de negocio que requiere un plan de acción ecológico (conservación, reutilización y reciclaje) para una recomposición de los procesos productivos en el sector industrial. En esta coyuntura, el gas licuado dispone de variados beneficios para suplir la demanda de energía, así como los esquemas de logística y suministro. 

En última instancia, la organización empresarial de carácter circular adquiere una mejor perspectiva de mercado a largo plazo, pues los consumidores se decantan cada vez más por este sector económico. Para iniciar tu propio diseño de economía circular, consulta la asesoría de nuestros expertos.

En asociación con Castleberry Media, estamos comprometidos con el cuidado de nuestro planeta. Por lo tanto, este contenido es responsable con el medioambiente.

Puntos más relevantes del contenido: 

• La economía circular integra una hoja de ruta para que las organizaciones empresariales lleven a cabo la transición energética, el desarrollo económico sostenible y se disminuya el calentamiento global ocasionado por las emisiones de carbono.
• El establecimiento de la economía circular se estructura en cinco fases diferenciadas: diseño, producción, proveedores, logística y usuarios.
• El gas licuado ofrece valor agregado para la planificación de las economías circulares a través de tres ventajas competitivas: eficiencia energética, calidad operativa e incidencia ambiental positiva.
• La economía circular transformará los diferentes sectores productivos nacionales e internacionales en los próximos años.
• La toma de decisiones de las organizaciones empresariales circulares debe orientarse hacia bienes y servicios que garanticen calidad de vida, eficiencia en el uso de recursos y crecimiento económico sostenible.