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El sistema agroindustrial es clave en nuestras vidas. No obstante, produce el 57% de los componentes que contaminan los suelos del planeta.

La transición hacia un modelo de desarrollo sostenible es una preocupación persistente para la agroindustria, pues las actividades agrícolas y ganaderas emiten entre el 44% y el 57% de los gases de efecto invernadero del planeta. El gran interrogante es cómo mitigar estos impactos sobre el medioambiente sin que los cultivos y las granjas disminuyan su productividad.

En el siguiente artículo conocerás los retos que afronta el sector agroindustrial y la ventaja competitiva que ofrece el gas licuado.

Perfil agroindustrial: situación actual

Los principales desafíos de la agroindustria son la crisis energética, el calentamiento global, la seguridad alimentaria y la digitalización.

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Crisis energética

La agroindustria opera, fundamentalmente, con energía convencional: el 90% de la energía que emplea proviene de combustibles fósiles. Cuando los precios de los combustibles aumentan, se encarecen los siguientes insumos y procesos:

  • Materias primas destinadas al sostenimiento de animales de granja: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió hace poco sobre la subida de los precios internacionales de cereales y aceites vegetales. En efecto, en mayo de este año se registraron aumentos del 29,7% y el 3,5%, respectivamente, en comparación con mayo de 2021.
  • Los procesos de producción, conservación y transporte de lácteos y carne: en Colombia el índice de precios al productor de la agricultura, la ganadería y la pesca experimentó en mayo de 2022 una variación interanual del 32,11%.
  • Fertilizantes: requieren gas natural como insumo básico de fabricación. Según el Banco Mundial, la producción de fertilizantes se había visto afectada por dos factores externos: 1) las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea sobre la exportación de potasio desde Bielorrusia y 2) la suspensión de venta de urea y fosfato por parte de China para proteger su abastecimiento interno. Por este motivo, en marzo de 2022 el precio de los fertilizantes se incrementó un 49% tras el cierre del suministro de gas ruso. En Colombia, el 29% de los fertilizantes que se usan en el país se importan de Rusia y el 13% de Ucrania. Esto ha disparado en un 50% el precio final de venta de este producto en el mercado nacional.

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Calentamiento global

La contaminación y el agotamiento de los recursos naturales han ocasionado varios efectos negativos:

  • Temperatura: los cambios extremos de temperatura afectan a los cultivos. Así, en Colombia las temperaturas altas dañan los terrenos aptos para el café, mientras que las heladas frenan la producción de leche y papa.
  • Deforestación: entre el 70% y el 90% de la tala de bosques en el mundo está relacionada con la agroindustria. En Colombia, la tala produce el 38% de los gases de efecto invernadero. Adicionalmente, existen problemas de desertificación en el 11% del territorio colombiano.
  • Desastres naturales: la alteración de los ciclos de sequía y lluvias destruyen cultivos y ganados. En América Latina y el Caribe las pérdidas de producción agrícola se deben a inundaciones (60%), sequía (29%) y tormentas (11%).
  • Plagas: la propagación de patógenos es una realidad en aumento. Cerca del 40% de los cultivos desaparecen anualmente por acción de bacterias, hongos o virus. En América del Norte la tasa de saturación por plagas ya alcanza el 60%. Por su parte, la resistencia y la expansión de patógenos de origen animal son susceptibles de pandemias como la ocurrida con la covid-19.

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Seguridad alimentaria

La agroindustria lucha por satisfacer la ingesta calórica de la humanidad, en un mundo en que el 11% de la población padece hambre. De hecho, si bien en los últimos años se ha reducido la brecha de suministro de alimentos, persiste una diferencia del 19% entre los países de ingresos altos y los países de ingresos medios y bajos.

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Digitalización

Las empresas de desarrollo de tecnología compiten por crear principios de automatización, bases de datos y tecnologías basadas en inteligencia artificial para aplicarlos en actividades agroindustriales.

Ejemplos de esas tecnologías son el monitoreo y la toma de decisiones empresariales mediante plataformas electrónicas en línea, que ayudan a optimizar los procesos productivos y a controlar minuciosamente la utilización de los recursos.

Las tecnologías de monitoreo y toma de decisiones las emplean 457 emprendimientos en América Latina, concentrados en Brasil (51%), Argentina (23%) y la región Andina (18%). En Colombia, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural señala que apenas 15% del sector agro utiliza tecnología de última generación. Por este motivo, es crucial efectuar una transición digital para crear ventajas competitivas.

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Gas licuado: presente y futuro sustentable

El uso de gas licuado (GLP) ofrece ventajas competitivas al sector agroindustrial porque proporciona las siguientes soluciones integradoras:

Nuevas tecnologías

El gas licuado aporta valor agregado cuando se incorpora a iniciativas técnicas digitales, como programas computarizados especializados en:

  • Control de temperatura: como elemento central de un sistema automatizado, el gas licuado es menos costoso para generar la energía que ofrece las condiciones climáticas óptimas para plantas y animales. Estas condiciones incluyen el manejo de la humedad, la renovación del aire y el manejo de los ciclos de engorde en galpones avícolas y porcinos. Esto se traduce en nuevos productos para los consumidores finales. Con el gas licuado (GLP) los invernaderos cuentan también con un recurso eficiente para el cultivo de flores comerciales exportables a Estados Unidos y Europa.
  • Fertilización carbónica: se trata de aprovechar el dióxido de carbono producido por la combustión del gas licuado como insumo para abonar plantas. Solo se necesita un conjunto de inyectores que dosifiquen la concentración de dióxido de carbono en el ambiente. Entre los resultados obtenidos destacan la fijación de los nutrientes, la resistencia a patógenos y un mayor tamaño y una mejor calidad de los frutos.
  • Procesamiento térmico: el potencial calorífico confiere una posición privilegiada para el secado de algodón, tabaco, granos y frutos secos. Al respecto, en Ecuador se han lanzado planes estratégicos para la utilización de hornos de gas licuado para secar, limpiar y seleccionar semillas de cacao. La remoción de impurezas es el punto de partida para la consolidación de nuevos productos con criterios de excelente calidad.
  • Estructuras de riego y drenaje: el gas licuado disminuye el costo de la energía necesaria para el bombeo racional y focalizado del agua, lo que mejora el rendimiento de los cultivos. En Colombia el riego por goteo ha impulsado las plantaciones de caña. Así, se mitigan posibles efectos de las sequías con ahorros del 60% en utilización de agua. Además, los drenajes mantienen el grado adecuado de saturación hídrica y compactación de nutrientes en el suelo, un instrumento perfecto para hacer frente a las inundaciones en tiempos de lluvia.

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Gestión de amenazas biológicas

El gas licuado mejora la higiene agroindustrial en las siguientes áreas:

  • Aseo de espacios productivos: con lavadoras de agua a presión y caliente es posible desinfectar superficies e instrumentos de trabajo, con el objetivo de proteger la salud humana y animal. La principal ventaja del gas licuado (GLP) como fuente de energía para esta tarea es su menor costo.
  • Erradicación de plagas y maleza: las malas hierbas se pueden combatir con una quema selectiva. Para esto debe emplearse un soplete con llama de gas licuado durante una décima de segundo muy cerca del suelo. El calor, que alcanza hasta los 600 Cº, destruye las membranas celulares de plantas parasitarias, hongos y demás elementos nocivos.

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Conclusiones:

La agroindustria se encuentra en una coyuntura socioeconómica y ambiental que le exige replantear sus procesos productivos de gran escala. En este sentido, el gas licuado es un combustible rentable que cumple exigencias de sostenibilidad.

Una agroindustria sostenible exige responsabilidad energética, cuidado de los recursos e innovación tecnológica. Con el gas licuado (GLP) tu empresa agrícola y ganadera estará usando el combustible confiable, con alto poder calorífico y menos emisiones GEI.

En asociación con Castleberry Media, estamos comprometidos con el cuidado de nuestro planeta. Por lo tanto, este contenido es responsable con el medioambiente.

Puntos más relevantes del contenido: 

  • La agroindustria enfrenta desafíos económicos, políticos, sociales, medioambientales y sanitarios.
  • La innovación tecnológica y energética es la principal respuesta frente a la transición hacia un modelo sostenible.
  • El gas licuado es un combustible con ventajas competitivas que ofrece valor agregado a diferentes sectores empresariales.
  • El gas licuado posibilita la fabricación y el procesamiento de nuevos productos alimenticios de mayor valor nutricional y libres de emisiones contaminantes. Asimismo, sirve como agente de control de plagas.
  • Una agroindustria sostenible exige responsabilidad energética, cuidado de los recursos e innovación tecnológica.

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