El mercado global de gas licuado apunta al crecimiento en 2023, pero la volatilidad en los precios y el conflicto entre Rusia y Ucrania generan incertidumbre en el sector.  

Superado el impacto que el COVID-19 generó en el mercado mundial de energía, el aumento del uso del gas licuado en el transporte y sus beneficios como alternativa a otros combustibles fósiles, apuntan al crecimiento del sector para los próximos años. Este impulso también es resultado de una aceleración en los procesos de urbanización, las nuevas tecnologías, su aplicación en el desarrollo de productos y una mayor inversión de los países en desarrollo.

A nivel mundial, el crecimiento del mercado del sector de gas licuado (GLP) fue de USD 128.480 millones en 2020 y USD 134.200 millones en 2021. Los pronósticos indican que el mercado global seguirá incrementándose y alcanzará para 2028 los USD 177.700 millones. Esto representaría una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 4,8%, durante los próximos 5 años.

Sin embargo, el conflicto en Ucrania ha generado incertidumbre en el sector energético, dado que Rusia es el tercer mayor productor de petróleo y gas, el segundo mayor exportador y el proveedor de casi una sexta parte del mundo. Esta situación además de intensificar el desequilibrio entre la oferta y la demanda, ha incitado que los precios internacionales se mantengan altos y los mercados ajustados, pero plantea la oportunidad de acelerar la transición a fuentes de energías renovables con bajas emisiones de dióxido de carbono.

Podría interesarte el Informe Anual de glp 2022. 

Tendencias del gas licuado hacia el 2023

A nivel nacional, el consumo promedio de propano en el primer semestre de 2022 tuvo un incremento del 2,8% con respecto al del 2021, alcanzando un promedio mensual de 60.800 toneladas. Las últimas estadísticas de GASNOVA, la Asociación Colombiana de GLP, reflejan que los usuarios principales son el sector residencial con 70% de la cantidad total del consumo,  seguido del sector industrial con 16% y el comercial con 8%.

En Colombia, aproximadamente 12 millones de personas hacen uso del gas licuado (GLP), por lo que vale la pena conocer las proyecciones del sector energético, luego de un periodo de volatilidad en los precios internacionales que afecta al usuario final. Estas son las principales tendencias que se están dibujando en el escenario global:  

• Fortalecimiento en el sector transporte

En las últimas décadas el uso de gas licuado en el sector automotor y de transporte público se ha incrementado gradualmente, llegando a 27,1 millones de toneladas para 2019, debido en gran parte al bajo costo operativo frente a otros combustibles y a las políticas públicas para la descarbonización. El mercado global de transporte gas natural comprimido (GNC) y gas licuado (GLP), se proyecta que crecerá de USD $5.243,3 millones en 2022 a USD $8.153,1 millones en 2032. 

El sector logístico, que incluye flotas de servicio liviano, así como camiones de reparto, de refrigeración o de grandes cargas, también está migrando hacia el uso del gas licuado GLP. Principalmente porque representa un ahorro de hasta 50% en costos y 36% menos de óxidos de nitrógeno, si se compara con el diésel. En contraste con los vehículos eléctricos, los de gas licuado producen 45% menos partículas al medioambiente.  

• Expansión a las industrias marítima y portuaria

Los fabricantes están produciendo nuevas soluciones con una variedad de caballos de fuerza y aplicaciones que le permiten al gas licuado (GLP) llegar también al sector portuario. El transporte marítimo ya está descubriendo los beneficios de esta fuente de energía, que reduce su dependencia de ductos y depósitos estacionarios para su transporte y almacenamiento. Además como valor agregado, les evita la molestia de manejar diversidad de combustibles para completar sus actividades. 

Los tractores para puertos y terminales que usan propano, destacan por su rendimiento y potencia para manejar varios tamaños de carga, ya sea en interiores o exteriores. Además, las cabezas tractoras de los remolques producen 12% menos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) durante su ciclo de vida, en comparación con las que funcionan con gasolina o diésel. 

Según datos del Propane Education & Research Council (PERC), los motores de carretillas elevadoras a gas licuado GLP producen 43% menos de GEI que los que requieren energía eléctrica. Mientras que los montacargas de propano mantienen a las cuadrillas más productivas porque no pierden energía ni se registran caídas en la carga útil; además minimizan el tiempo de inactividad para recargar que suelen tener los equipos eléctricos. 

• Búsqueda de la independencia energética 

El Banco Mundial prevé que los precios internacionales de la energía disminuyan un 11% en 2023, luego de haber alcanzado este año máximos históricos, al incrementarse en 60%. Aunque en sus estimaciones, el precio promedio seguirá estando un 75% por encima del valor de los últimos cinco años. Esta volatilidad y los inconvenientes en el suministro de gas natural y licuado, por el conflicto entre Rusia y Ucrania, evidencian la urgencia que tienen los países por alcanzar la independencia energética.  

Contar con la capacidad de producir internamente la energía que necesita cada país favorece la transición energética y la descarbonización. Si bien ese proceso probablemente se acelerará, se  podrá concretar a largo plazo. Los países requieren de una matriz energética que les permita ser autónomos y favorezca su desarrollo sostenible, por lo que debe cumplir con 3 condiciones: 1) Ofrecer un suministro fiable y seguro; 2) Reducir el impacto en el medioambiente y la calidad del aire y 3) No afectar  la economía, los costos y la competitividad de las empresas. 

Lee también el artículo El futuro próximo del petróleo y gas. 

 Para el año 2026, Colombia tendrá que importar alrededor del 37,45% de las necesidades de consumo de gas licuado, según la proyección de demanda de energéticos de la UPME, adscrita al Ministerio de Minas y Energía. El propano se está posicionando como un gran aliado para el país, que tendrá que enfrentar al menos 3 retos durante los próximos años: garantizar la autosuficiencia y exportaciones de hidrocarburos, avanzar en la descarbonización y la adopción de energías renovables y mitigar el impacto de los altos precios de los combustibles y derivados.

Al escenario nacional se combinan las proyecciones del mercado global para 2023, en el que se destacan como grandes tendencias: el mayor uso del gas licuado en el sector transporte, la expansión a la industria marítima y portuaria y la transición a energías con bajas emisiones, como una de las vías para alcanzar la independencia energética. 

En asociación con Castleberry Media, estamos comprometidos con el cuidado de nuestro planeta. Por lo tanto, este contenido es responsable con el medioambiente.

Puntos importantes

• Aunque el Banco Mundial prevé que los precios de energía disminuirán en 2023 luego de alcanzar máximos históricos, todavía se estima que el precio estará 75% por encima del promedio anual de los últimos 5 años.  
• El conflicto entre Rusia y Ucrania que ha afectado el suministro de petróleo y gas natural, especialmente en la Unión Europea, puede acelerar la transición hacia fuentes de energía más limpias, como un camino hacia su autonomía. 
• En el sector global de energías, el gas licuado GLP ha fortalecido su presencia en los últimos años. Esta consolidación es producto de la inversión de los países en desarrollo, las políticas públicas y los incentivos para ser más sostenibles, y el mayor consumo en el sector residencial, industrial y comercial. 
• En el mercado de propano se destaca su consolidación en los sistemas de transporte liviano y de carga, así como su expansión en el sector industrial hacia las áreas marítima y portuaria.