La importancia de los datos para la eficiencia energética

El big data es una de las tecnologías 4.0 más empleadas en el mundo. Recopilar los datos de las operaciones de las empresas permite optimizar procesos y ahorrar recursos. Sin la debida gestión de los datos, no es posible la eficiencia energética. 

Sin embargo, analizar datos no es fácil ni posible para todas las empresas. Muchas se enfrentan a requerimientos constantes de mucha información y poca capacidad de gestión, es decir, a pesar de que producen mucha información, no tienen la capacidad o recursos para procesarla. Lo ideal es ampliar la capacidad para analizar datos y, con ella, mejorar la eficiencia energética.

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En efecto, aunque no existe un ahorrómetro —asegura Marcelo Hernández, director de EON Eficiencia Energética Estratégica, aliado de Unigas en ayudar a las empresas a gestionar su eficiencia energética—, es importante medir para mejorar la eficiencia energética y, con ello, contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como el 7 (energía asequible y no contaminante) y el 12 (producción y consumo responsables). 

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¿Qué y cómo se mide?

 Antes de adquirir programas informáticos especializados o invertir en equipos de medición, lo primero es comprender los factores que explican el consumo energético de una empresa: dimensiones, tipo de operaciones, alcance geográfico, número de colaboradores y participación de los clientes en el consumo, entre otros. De esa manera es posible identificar los puntos clave para obtener datos, medirlos y analizarlos. 

“Para llegar a efectuar una medición eficaz, es importante conocer cuánta energía se consume en un período determinado, por lo general, en un ciclo de uso, identificando aquellos sistemas que tienen un mayor consumo dentro de las instalaciones de empresas y edificios. A partir de ese diagnóstico se podrán implementar medidas tendientes a reducir el consumo energético”, asegura Gabriel Jara, jefe de Medición y Verificación de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE).

Las principales variables y elementos del consumo energético de una empresa, de los que hay que obtener datos para alcanzar la eficiencia energética, son:

• Procesos operativos
• Sistemas de refrigeración y calefacción
• Sistemas de ventilación
• Sistemas de conversión y distribución de energía
• Gasto energético de los colaboradores

El consumo de energía puede representar entre 2% y 35% de los costos de producción de una empresa, según Carlos Fernández de Soto, presidente de Colombia Productiva. Esta organización junto con Bancoldex, la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM), el Consejo Colombiano de Eficiencia Energética (CCEE) y Carbon Trust asistió a 110 empresas de los departamentos de Antioquia, Atlántico, Bolívar, Cundinamarca, Valle del Cauca y Norte de Santander. El resultado ha sido, hasta ahora, un ahorro de casi $1.380 millones de pesos en consumo eléctrico, que representan 3% de sus costos totales. Este es un importante caso de los beneficios de medir y analizar el consumo energético.

 Algunas empresas de gran tamaño alcanzan la eficiencia energética con centros de comandos especializados que recopilan y analizan datos. Es el caso en Colombia de Veolia, la trasnacional francesa de servicios energéticos, agua y residuos. Otras empresas miden sus procesos y gastos en función de su naturaleza y recursos; con ello pueden ahorrar entre 20% y 30% del gasto en energía.  

Beneficios de medir con big data y otras tecnologías 4.0

Medir permite analizar redes de distribución descentralizadas, predecir el mantenimiento de los equipos, medir la ocupación con sensores, controlar la temperatura, e instalar medidores de consumo y equipos energéticamente eficientes.

Es también útil emplear software para identificar el potencial de ahorro energético, evaluar los hábitos de consumo de los colaboradores y, mediante machine learning, obtener insights para diseñar campañas de promoción del ahorro energético. Además, el internet de las cosas (IoT) permite evaluar y emplear la automatización para el consumo energético, algo que tradicionalmente se hacía con protocolos de comunicación abierta.

Conoce cómo el Big Data impulsa la eficiencia energética. 

La realidad en Latinoamérica y Colombia

El mundo ha avanzado mucho en el campo del uso de big data para el ahorro energético. En Latinoamérica se destaca Chile con la Agencia de Sostenibilidad Energética, una organización sin fines de lucro que lleva a cabo proyectos, auditorías y actividades de formación y difusión para disminuir el consumo energético; también identifica oportunidades de inversión.

En Colombia y en buena parte de los países latinoamericanos, la gran mayoría de las empresas son pymes con acceso limitado al crédito, y el poco que reciben lo emplean en asuntos distintos a la eficiencia energética. Es decir que en las empresas hay mucha información e interés sobre la eficiencia energética; sin embargo carecen de instrumentos para financiar proyectos de eficiencia energética.

Próximos pasos 

Para contribuir a alcanzar los ODS y lograr la eficiencia energética son necesarias políticas públicas que optimicen la demanda y apliquen tarifas diferenciales en función del consumo energético, así como programas que fomenten la cultura de medición del consumo.

Los datos son el presente y el futuro de la eficiencia energética; junto a otras tecnologías como machine learning e internet de las cosas que ayudarán a conseguir los objetivos de eficiencia energética de las empresas y de la sociedad.

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Puntos principales: 

Las empresas miden el consumo eléctrico en sus operaciones, sistemas de refrigeración, calefacción y ventilación, sistemas de conversión y distribución de energía, iluminación y servicios públicos.

Es posible emplear software para identificar el potencial de ahorro energético y evaluar los hábitos de consumo de los colaboradores y clientes mediante machine learning que permitan obtener insights para diseñar campañas de promoción del ahorro energético.

Es necesario basar la inversión en medición energética en un modelo de negocio sostenible que contemple lo ambiental y al mismo tiempo lo económico.

En Colombia y en buena parte de los países latinoamericanos, la gran mayoría de las empresas son pymes con acceso limitado al crédito, y el poco que reciben lo emplean en asuntos distintos a la eficiencia energética.

Para alcanzar los ODS y lograr la eficiencia energética mediante big data, son necesarias políticas públicas de optimización de la demanda y tarifas diferenciales en función del consumo, así como programas y políticas que fomenten la cultura de medición.