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Innovaciones con gas licuado: soluciones eficientes para el futuro

Posted by: Empresas Gasco
Category: Blog, Industrial

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Las innovaciones con gas licuado hacen que este combustible sea ideal para apoyar la transición energética de las industrias, al tiempo que responden a sus necesidades de energía. 

La innovación es una pieza clave en el desarrollo empresarial. Su objetivo es buscar la manera de hacer las cosas mejor o diferente a otras compañías para obtener una ventaja competitiva. En el sector de la energía, en particular, las innovaciones abren la puerta al desarrollo de soluciones energéticas más eficientes y sostenibles.

El acceso a energía asequible y sostenible es uno de los 17 Objetivos Globales de la nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta es una de las razones por las que los países del mundo, así como sus empresas, están innovando en las diferentes etapas del ciclo de vida de la energía, desde su generación y transmisión, hasta su consumo y almacenamiento.

La búsqueda de la eficiencia energética en las industrias también responde a la necesidad de bajar sus costos productivos. Por ello, para cumplir con lo propuesto por la ONU, y al mismo tiempo seguir creciendo en su sector, las compañías están buscando formas de generar energía con una menor inversión e impacto climático.

En este sentido, el gas licuado se presenta como un recurso energético de gran valor que contribuye con ambos propósitos. A diferencia de otros combustibles fósiles, como el carbón o los derivados del petróleo, es menos intenso en carbono, más económico, seguro y accesible.

Lee más sobre la eficiencia energética en la salmonicultura. 

Soluciones energéticas para la industria salmonera: un caso de éxito

La industria alimentaria tiene un alto consumo energético. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), este sector utiliza el 30% de la energía disponible en el mundo. La industria salmonera, en particular, tiene un consumo importante debido a que el proceso de crecimiento del salmón se da tanto en tierra como en el mar. 

Claudio Córdova, experto en soluciones energéticas, explica que la producción de salmones en Chile comienza con la piscicultura en tierra, un proceso con emisiones de CO2 en torno al 28%. Posteriormente, inicia la fase de engorde de los peces en el mar, que dura entre 12 y 16 meses y produce el 35% de las emisiones de CO2 que genera la industria salmonera. El porcentaje restante se emite durante el procesamiento del producto.

Esta industria suele ubicarse en zonas muy remotas hacia el sur del país (en la Patagonia), por lo que en muchos casos no es posible contar con redes eléctricas para el suministro de energía. 

Esto no ocurre en todas las compañías, pues Cristian Andler, socio fundador de Greenticket, empresa asesora en áreas de eficiencia energética, estrategias de cambio climático y huella de carbono, asegura que hay algunas cuyas plantas de procesamiento, y en ciertos casos sus instalaciones de agua dulce, están conectadas al suministro eléctrico. Esta situación les permite acceder a la compra de energías renovables.

Dadas las características de aislamiento del entorno, esto no es posible para la fase de agua de mar. Por ello, la mayor parte del consumo energético durante el proceso de engorde se basa en combustibles fósiles, específicamente diésel. Este combustible se suele utilizar para energizar los pontones de los centros de cultivo, que son embarcaciones donde se aloja el equipo encargado de controlar el proceso de alimentación y fotoperíodo de los salmones.

Es en esta fase de la producción donde el gas licuado desempeña un papel esencial. Empresas Gasco, una compañía proveedora de soluciones energéticas y casa matriz de Unigas, desarrolló una plataforma flotante tipo catamarán, operada 100% con gas licuado, para reemplazar el diésel de los pontones. El sistema se compone de un conjunto de generadores con 300 a 400 kVA de potencia total, configurados a medida —según la necesidad de los clientes—, una planta y un surtidor de gas licuado para motores fuera de borda. 

Gracias a este cambio, la operación de los pontones resulta más eficiente, sostenible y segura. Se reduce el costo por combustible entre 15% y 20%, y disminuye la huella de carbono alrededor de un 20%. Además, se aminora el riesgo de derrames de hidrocarburos al mar, de acuerdo con el Reporte de Sostenibilidad 2020, publicado por Empresas Gasco.

Este último punto es de gran importancia, explica Córdova, ya que hoy en día ocurren muchos vertimientos y microderrames de diésel. Las consecuencias para los cultivos y el medio marino pueden ser devastadoras, especialmente porque el tiempo de residencia del diésel en el mar es de meses o años, de acuerdo con un estudio de la Universidad Austral de Chile, que cita el experto. A diferencia del gas licuado, cuyo tiempo de residencia es de apenas unos días. 

En este sentido, el gas licuado agrega valor a las operaciones de la industria salmonera porque cumple con las condiciones que necesita para ser productiva y responsable con el medioambiente. 

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Gas licuado renovable, una apuesta interesante para el futuro

Córdova considera que el gran reto que tiene el gas licuado actualmente es convertirse en un combustible menos fósil. Hay una propuesta interesante que se encamina en esta dirección; se trata de la producción de gas licuado renovable. Este sería un combustible sintético, creado a partir de una molécula de hidrógeno y carbono. 

El proyecto Haru Oni, en el que Empresas Gasco contribuye con la investigación y desarrollo, es uno de los primeros de su tipo en el mundo. Se trata de una planta cuyo objetivo es obtener hidrógeno verde del agua con energía eólica, y luego combinarlo con CO2 capturado de la atmósfera. Así, a través de un proceso de síntesis realizado en un reactor, se producirán los llamados eCombustibles, que incluyen la gasolina y el gas licuado carbono neutral.

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Conclusiones

La innovación en el gas licuado juega un papel fundamental en la transición energética de las industrias del mundo. Claudio Córdova asegura que en el sector siempre se han planteado los avances como parte de un proceso para alcanzar soluciones energéticas más eficientes. 

Así pues, en industrias como la salmonera, una innovación es cambiar el diésel que utilizan sus pontones por gas licuado. En otro sector, la mejor opción para avanzar hacia la descarbonización puede ser combinar este combustible con energías renovables, así como generar o comprar energía solar o eólica. Con el tiempo, todas las industrias podrían moverse hacia la sustitución de estas energías por combustibles sintéticos como el gas licuado renovable.

Bajo las condiciones actuales de muchas industrias, el gas licuado es un energético muy relevante por sus características. Al ser bajo en carbono, contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y gracias a su alto poder calorífico puede cumplir con el 100% de los requerimientos energéticos que tiene una empresa. 

 

En asociación con Castleberry Media, estamos comprometidos con el cuidado de nuestro planeta. Por lo tanto, este contenido es responsable con el medioambiente.

 

Puntos importantes:

  • La innovación es una pieza clave en el desarrollo empresarial.
  • El gas licuado es un recurso energético de gran valor que contribuye a la sostenibilidad de las empresas y a la reducción de sus costos operativos.
  • Empresas Gasco desarrolló una plataforma flotante tipo catamarán, operada 100% con gas licuado, para reemplazar el diésel de los pontones de la industria salmonera.
  • El gran reto que tiene el gas licuado actualmente es convertirse en un combustible menos fósil.
  • La innovación en el gas licuado juega un papel fundamental en la transición energética que deben hacer las industrias del mundo. 

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Author: Empresas Gasco