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La sociedad exige cada vez más en materia de consciencia empresarial. Tras la pandemia, los consumidores buscan marcas que persigan y cumplan objetivos sanitarios, económicos, sociales y medioambientales. Los dos últimos objetivos se han convertido en una nueva tendencia de la sostenibilidad de los negocios.
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Según la consultora McKinsey, las prácticas sostenibles incrementan la rentabilidad empresarial. De allí que los líderes de hoy tengan el desafío de transformar la estrategia empresarial e incluir en ella la responsabilidad ambiental.
De hecho en 2021, en la Cumbre de Líderes del Pacto Mundial de las Naciones Unidas se invitó a los empresarios a evaluar cómo se preparan para abordar el riesgo climático y para apoyar la reactivación sostenible. Un ingrediente importante en esta preparación es el desarrollo de economías resilientes y bajas en carbono.
Las empresas que eligen ser sostenibles deben formular sus estrategias con la ayuda de expertos en temas de energías limpias y renovables. Para así, aprovechar nuevos mercados y expandirse en los que operan.
En definitiva, ya no se puede concebir el futuro de una organización si no se incluyen modelos de sostenibilidad. Por esto, los líderes deben empezar a familiarizarse con el marco de los criterios ESG de evaluación de las prácticas de las empresas:
Criterios medioambientales (E, enviromental): cómo las organizaciones utilizan sus recursos y cómo impactan en el medioambiente (emisión de gases de efecto invernadero, eficiencia energética, uso de agua, gestión de residuos, planes relacionados con el cambio climático).
Criterios sociales (S, social): cómo se relacionan las empresas con sus colaboradores en términos de diversidad y derechos humanos y cómo maneja los asuntos de salud y seguridad.
Criterios de gobierno corporativo (G, corporate governance): cómo cumple la empresa los estándares de un buen gobierno corporativo.
La buena noticia para Colombia es que va por buen camino. De acuerdo con Daniel Gómez, subdirector general sectorial del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el país se ha posicionado como pionero en la incorporación de políticas medioambientales. Además, según la última clasificación de la Corporación Financiera Internacional (IFC), Colombia se ubica entre los tres primeros países emergentes en finanzas sostenibles.
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El 86% de las empresas en todo el mundo esperan que sus ventas crezcan anualmente debido a su mayor enfoque en la sostenibilidad, según One Trust, plataforma tecnológica de gestión de privacidad, seguridad y gobernanza de datos.
La pregunta es: ¿están haciendo las empresas lo correcto para ser realmente sostenibles?
No cabe duda de que la empresa del futuro hará negocios de forma diferente: se preocupará por su entorno natural y social. La clave está en ser visionarias y en reconocer la sostenibilidad como una fuente de innovación, reducción de costos, rentabilidad y posicionamiento de marca.
Todas las industrias tendrán que ser sostenibles y las empresas que integren la sostenibilidad en sus modelos comerciales y de gobierno corporativo pueden crear ventajas competitivas duraderas.
Los líderes empresariales tienen un gran reto: asumir el compromiso del cambio para que las empresas sean sostenibles, resilientes y regenerativas.